Hace unos días hablaba con otra madre adoptiva, sobre otra familia adoptiva que ella conocía con un hijo sordo de la misma edad que el suyo (6 años). Yo le preguntaba a que asociación pertenecían, está me dijo que los padres no estaban implicados con ninguna, por qué El Niño ya oía por los implantes cocleares que le habían sido puestos.
Cuando hablamos de identidad, nos referimos a ¿cómo nos reconocemos?, ¿que es lo que somos?, ¿que es lo que nos identifica ante el resto?. La identidad también pasa a ser compleja, cuando le sumamos capas; hechos o situaciones que nos alteran en esencia, como por ejemplo el pertenecer a dos o más culturas, a otros colectivos, etc. Pero también está el haber nacido con deficiencias que nos caracterizan, como es la auditiva (sordo).
Soy tia de dos jóvenes sordos, el mayor es sordo medio y la segunda es sorda profunda, cuando mi hermana llego a España con sus hijos en el 2001, tuvo que buscar la orientación de las “asociaciones de padres con hijos sordos”, para tomar decisiones importantes con respecto a cómo los quería educar, ¿Oralistas o signantes? ¿Pero donde estaba la diferencia?; en que los sordos oralistas; eran sordos que hablan desde un trabajo puramente logopédico e iban a escuelas normalizadas sin adaptación necesaria; y los signantes eran sordos que utilizaban la lengua de signos como lengua vehicular, para su comunicación y aprendizaje, e iban a escuelas adaptadas e integradas. muchos de esos niños sordos que conocí en su momento, no tenían implantes cocleares. Y los pocos que sí, unos dejaron de usarla por los dolores de cabeza y molestias que les producía, pero otros sí lo aprovecharon al máximo. Hoy en día los implantes cocleares son mucho más tecnológicos, con lo cual muchos niños sordos han pasado al mundo oyente.
Recuerdo a mi sobrina con 13 años discutir con su padre sobre su aceptación de que ella “era sorda y punto” de que le aceptara así tal como ella era.. y no intentarán modificarla Ni con implantes cocleares, Ni con más logopedia, para que ella hablara como los oyentes. En el caminar de mi hermana en el mundo de los sordos, encontramos de todo, padres que no querían por nada del mundo qué sus hijos lo fueran ni lo parecieran, que se vieran «normales». Otros que promovían que sus hijos integrarán la comunidad sorda en la que se vieran reflejados, reconociendo la lengua de signos como su lengua materna. Para mi entender era el hecho de reconocer; que el ser sordo formaba parte de su identidad.
Postdata: Mi sobrino mayor estudia mecatronica en la UPC. La niña, hoy jovencita acaba de terminar diseño de interiores, y ya fue contratada por el estudio que le dio las prácticas.