Archivo | febrero, 2021

Canción sin nombre (película peruana)

12 Feb

Los críticos de cine y personalidades de las letras peruanas y extranjeras, califican la opera prima de Melina León, como una película que logra enganchar al espectador y trasladarle a la época donde sucedió todo.

#jeremiasgamboa  Qué gran película es “Canción sin nombre”, de Melina León. Logra ser un brutal retrato de época y a la vez una obra lírica de enorme vuelo y belleza. Un guion impecable, actuaciones soberbias, una partitura musical hermosa y una fotografía deslumbrante consiguen sumergir al espectador en el universo cerrado y contrastado que debe vivir ese personaje inolvidable que es Georgina Condori, una ayacuchana que ha llegado a Lima huyendo del terror y que debe enfrentar otro terror mientras busca a su pequeña hija. Es ella el rostro inapelable de los peruanos sin protección ni Estado. Y ella también el cuerpo que encarna el dolor, la resistencia, las ganas de amar.

Recuerdo aquellos años, entre el 85 y 90 con el nefasto gobierno de Alan García, donde el terror alejo a más de dos millones de peruanos de sus hogares, abandonando las tierras de sus ancestros, bañadas con la sangre de sus seres queridos, padres, hijos, abuelos… todos huían despavoridos a las grandes ciudades, buscando la protección del estado que era incapaz de ofrecérselo a un pueblo olvidado, con un ejército maltrecho, mal preparado que agravó más la situación que había generado el terrorismo.  Georgina Condori (la protagonista) era de Ayacucho y el único lugar al que podía aspirar como migrante andina, eran los cerros a las afueras de Lima, sin agua, sin luz, sin servicios, y su trabajo como muchos, era la venta ambulante para su subsistencia, lo que la convirtió en presa fácil de los traficantes de niños, que acampaban a sus anchas en la gran capital.

Existió esa red de traficantes que uso diversos medios para llegar a esas madres parturientas, solas, abandonadas, para engañarlas y quitarles a sus bebes, lo lideraba un ciudadano americano y una pareja de peruanos que al verse comprometidos huyeron a los EEUU sin que nadie los juzgue, y los jueces peruanos implicados solo uno medio pago, y el resto salieron libres de polvo y paja sin que se hiciera justicia, mirar link de nuestro blog “Adopciones ILEGALES en el Perú

Cuantos hijos extraídos en aquellos años en el Perú, están encontrándose con mentiras sobres sus orígenes, cuantas madres separadas de esos hijos siguen esperando su retorno. Cuantos padres adoptivos europeos o del primer mundo siguen negando ese tráfico monstruoso, y cuantos ciudadanos peruanos quitamos hierro a lo sucedido indicando, que han tenido una vida mejor.