Archivo | junio, 2016

La choledad en el Perú

27 Jun

“Lo cholo, la choledad, es una fortaleza, un recurso, un capítulo de nuestra historia que debemos atrevernos a reconocer”.

Perú es un país que alberga diversas etnias, razas y grupos culturales debido a la influencia de la época de la conquista y colonización, los grupos étnicos presentes en la actualidad lo constituyen los mestizos en un 37%, un 45% de amerindios, 15% blancos y en menor medida un 3% de negros y asiáticos. Proporción en la que nunca se ha perdido “el privilegio del blanco” asociado a las clases sociales tan marcadas que están por encima del resto de la población.

El Perú posee una de las sociedades mestizas más tramoyistas de américa del sur, que esconde  sus orígenes amerindios, intentando sacar a flote el rebuscado gen caucásico enterrado y entremezclado con otras razas que se han venido incorporando entre tantas generaciones. como los años que llevamos de independencia como república. No somos capaces de valorar nuestra choledad con dignidad, nos miramos al espejo intentando identificarnos con los estereotipos que la televisión peruana nos vende, gamas de marrones como ellos mismo lo llaman, marrones blancones, con ojos claros, chicas con curvas y cabellos ondulados, blancos rubios de ojos verdes, pero ¿dónde está el verdadero indígena? el cholo pelo pincho de caja torácica amplia.

He experimentado como inmigrante en España el amargo sabor de la discriminación cultural y xenofobia, no lo justifico, pero creo que es un baño realista y necesario para todos aquellos que han vivido el privilegio de creerse blancos en el Perú, y haber discriminado a alguien por su color de piel, su rasgos marcados o sus origenes serranos. etc.

Les dejo un reporjaje muy interesante:

LOS MARRONES? ¿QUIÉNES SON LOS MARRONES?

Bajo la pretendida mofa de la palabra marrón, se yergue la rotunda discriminación que denuncia el vídeo que se comenta, discriminación hacia la realidad y la vigencia de la hoy llamada población marrón. Población de origen andino o yunga o mochica o tallán o amazonense, que sin embargo es tan real, como la población negra de Harlem, de Lousiana, de Brasil, etc; a quienes no por vestir a la occidental, hablar inglés o portugués, hemos de motejar a la fuerza como “mestizos”, contra su derecho a tener su propia identidad.

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ANDREA CELESTE

20 Jun

Quien no recuerda esta telenovela argentina que se emitió en el año 1979, una telenovela que hizo estremecer y llorar a toda una generación, transmitida en muchos países de Latinoamérica, nos hizo reflexionar ya desde niños esa necesidad de la búsqueda de los orígenes, nos hizo comprender la importancia de mantener los sueños vivos para no desfallecer..

les dejo el ultimo capítulo que lloramos mares y mares de lágrimas:

Andrea Celeste o simplemente «Celeste» como todos la llaman es una niña huérfana de 11 años que creció en un orfanato a lado de su madrina quien la quería mucho, antes de morir le confiesa que su madre está viva pero que no sabe dónde está, entonces la pequeña se da a la tarea de encontrarla, un día Celeste es adoptada por Don Eduardo Arosamena un buen hombre quien adopta a la niña para que esta le alegre la vida a su hija Liliana a la que todos llaman de cariño «Lili», sin embargo esta la ve como una intrusa en su vida y aconsejada por su perversa institutriz se encargaran de hacerle la vida imposible a Celeste para que esta termine por irse, en la casa Celeste encontrara también grandes amigos como Irma la sirvienta quien en secreto está enamorada de Emilio el hijo mayor de Eduardo, entonces Celeste le ayudara a realizar su sueño ya que la chica quien es muy lista se da cuenta que al joven no le es tan indiferente Irma, para esto Celeste tiene que espantar a la novia de este Elena quien solo quiere atrapar a Emilio para quedarse con su dinero, al igual que su madre Enriqueta quien resulta ser la novia de Don Eduardo, al cual Celeste también ayudara a encontrar el verdadero amor en Laura una mujer misteriosa pero dulce y amable que llegó a trabajar al orfanato el mismo día que Celeste lo dejó, con quien tiene una gran amistad y quien resultara ser ni más ni menos que su madre perdida quien resulta llamarse en realidad María Luisa, todo esto lo hará aconsejada y ayudada por su fiel Ángel de la Guarda y el padre Daniel.

Adopciones ILEGALES en el PERÚ “El reencuentro” (Segunda parte)

13 Jun

¿Cómo reacciona una madre adoptiva ante la aplastante realidad, de enterarse  de que su proceso de adopción fue todo un fraude? de que su hija adoptiva fue producto del tráfico de menores, a la que robaron a una pobre mujer con engaños y mentiras, que lo que pago a esa agencia de adopciones (un precio excesivo) no le otorgó un proceso transparente.

¿Esta  carta es suficiente consuelo para una humilde madre biológica, a la que le robaron más de 23 años de su vida?

(Carta de Brigitte a Cristina Cahuas).

«Me dirijo a usted, Cristina, su madre biológica, porque comprendo lo que siente. No puedo imaginarme el hecho de que me quiten a Celine. ¡Cómo hubiéramos podido vivir sin ella, que nos trae tanta alegría! Le puedo asegurar que si hubiéramos sabido que esta adopción se originó con el robo de un bebé, nunca jamás hubiéramos aceptado porque para nosotros eso es un crimen. Usted ha sufrido durante 23 años y sé que para usted y su marido debe ser un milagro reencontrarse con su hija.
Tendremos que aprender a compartir a nuestra Celine Doris y os puedo asegurar que no es un problema para nosotros: lo que siempre hemos querido es la felicidad de Celine y pienso que ella es aún más feliz hoy (…) Hoy
somos
dos mamás un poco trastornadas, pero lo que importa es nuestra hija, que nos necesita a las dos».

Historia:

Vivió creyendo que la abandonaron y ahora descubre que la hurtaron y fue vendida al extranjero.

  1. EMBARAZO INOPORTUNO. Cristina Cahuas Solís, de 23 años, se entera de que está embarazada por segunda vez. La tía, dueña de la casa donde vive, le advierte: “A esta casa no me vas a traer otro hijo”.
  2. TRAFICANTES AL ACECHO. Desespeada, se topa con un volante de la institución benéfica San Benito de Palermo de la familia Alcócer que ofrece ayuda a futuras madres desamparadas. Cristina acude en busca de apoyo.

NACE DORIS/CELINE. A punto de alumbrar, Cristina llama a la señora Luz Sánchez de Alcócer, quien la lleva a una clínica. Da a luz a una niña el 14 de julio y le pone de nombre Doris por Dora, la hija de la señora Alcócer.

EL ENGAÑO PARA QUEDARSE CON LA BEBÉ. La señora Alcócer le dice que vaya tranquila a su casa que ellos cuidarían a su bebé. Sánchez de Alcócer le hace firmar un papel en blanco, que más tade sería el acta de abandono.

CONTACTO CON LOS ALCÓCER. Brigitte y Jean Marc Giraud, franceses, acuden a la agencia «Rayo de Sol del Niño Extranjero» en busca del hijo que no pueden tener. A través de ésta, que es lícita, contactan con la familia Alcócer.

DE PARÍS A LIMA POR UN BEBÉ. Para buscar a su futura hija, Brigitte y Jean Marc pagaron más de tres mil dólares para los gastos de parto de la madre, más 900 dólares al mes por el alquiler de un departamento hasta reunirse con la bebé.

El proceso de adopción fue legal, más no la obtención de la bebé por parte de los Alcócer.

LOS RAPTORES SE ESFUMAN. Cristina, su madre biológica, luego de ir repetidas veces en busca de su hija, pierde todo rastro de los Alcócer.

NO ES LA ÚNICA VÍCTIMA. Al no encontrar respuesta, Cristina acude a la policía. Allí se entera de que otras 23 madres están en la misma situación.

  1. DORIS/CELINE QUIERE CONOCER SU ORIGEN. Con el nacimiento de su hija, Lisa, le intriga su procedencia y después de mucho andar logra ponerse en contancto con su familia biológica.

EL REENCUENTRO Y LA IMPUNIDAD. Doris/Celine viaja a Lima y por fin conoce a su familia biológica. Los Alcócer fueron sentenciados en 1984 a 25 años, sin embargo después de tan solo dos días salieron en libertad.

 

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Adopciones ILEGALES en el PERÚ (años oscuros en las adopciones peruanas)

10 Jun

Hace 26 años en el Perú, se realizaron más de 4.000 adopciones internacionales en tan solo 4 años, de las cuales se sospechan que más de la mitad fueron ilegales. Entre los años  1989 y 1991 se pusieron al descubierto una de las redes más oscuras de la trama de tráfico de menores en el Perú. 30 Jueces cómplices con abogados de reconocidos bufetes de Lima capital, realizaron más de 800 adopciones internacionales, en la que se ofrecían niños de 0 a 3 años por 10.000 dólares, según la demanda de las familias extranjeras que venían atraídos como moscas a la miel desde los EEUU, Canadá, Italia, Francia, etc. para acceder a uno de estos menores, los niños se ofrecían por catálogo en los salones de uno de los lujoso hoteles de la época el “Apart Hotel Suite Service”. Esta mafia contaba con la complicidad de clínicas privadas, albergues infantiles de ONG americanas y europeas. Donde captaban a mujeres jóvenes embarazadas con problemas económicos  para luego hacerse con sus recién nacidos, niños robados a sus madres en las inmediaciones de los mercados de la capital peruana, como en el interior del país.

Luego en el año 1992 el abogado norteamericano James Patrick Hamel Gagel, fue  detenido como presunto cabecilla de una red especializada en la compraventa de 600 niños peruanos para adopción internacional en la que cobran entre 15.000 y 20.000 dólares, dicho abogado fue puesto en libertad como el resto de sus cómplices.

Uno de los casos más sonados fue el de Céline Giraud (nacida el 14 de julio de 1980), víctima de la mafia de traficantes ya que fue arrebatada de su madre biológica por la institución benéfica San Benito de Palermo en San Isidro, dirigida por la familia Alcócer Sánchez (quienes nunca pagaron sus delitos), Celine fue adoptada por una familia francesa a los pocos meses de nacida, que gracias a su experiencia Céline Giraud formó la  asociación francesa La voix des adoptés” (la voz de los adoptados) en el 2005.

En el libro de José Manuel Martín Niños de repuesto: tráfico de menores y comercio de órganos  hace mención de todas las informaciones de las redes de tráfico de menores sucedidas Latinoamérica a finales de la década de los 80 y principios de los 90,  donde se mezcla con otra lacra aun peor, el tráfico de órganos provenientes de niños  de Brasil, Perú, México y Colombia, muchos de ellos fueron aparentemente adoptados por extranjeros para luego extraerles sus órganos vitales y terminar en una fosa común.

Hoy muchas madres biológicas están buscando a esos niños que les arrebataron con mentiras, contando sus historias donde se vislumbra que no fueron procesos legales, muchas de ellas solo saben que fueron dados a parejas extranjeras.

 

Informacion obtenida en:
El Pais
Niños de Repuesto
Andina

 

 

 

¿Dónde están los Huérfanos del TERRORISMO?

3 Jun

«¡Terrorista!, ¿dónde están tus compañeros?’, gritaba uno de los policías. Me agarró las manos y me arrancó la ropa. Yo pedía auxilio a la desesperada. Comenzó a violarme. Luego entró otro, y otro, y otro. En total fueron siete». Georgina Gamboa tenía 16 años el 2 de enero de 1981, cuando una patrulla de Sinchis (cuerpo especial de la policía) entró en la pequeña comunidad campesina de Vilcashuamán, en el departamento peruano de Ayacucho, en busca de combatientes de la organización clandestina Sendero Luminoso. La mujer se estremece al recordar aquella noche brutal. Su testimonio es uno de los 17.000 recogidos por la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), cuyo trabajo ha dado la voz a las víctimas de la guerra interna que vivió Perú entre 1980 y 2000.

Los siete policías actuaron sin dar la cara, encapuchados. Abusaron de Georgina, la dejaron tirada en el suelo, sucia y ensangrentada. Al día siguiente, en la sede ayacuchana de la Policía de Investigaciones de Perú tuvieron agallas para amenazar. «Si cuentas algo te mataremos. Te vigilaremos».

Georgina se sentía mal. En el hospital se confirmó la peor sospecha: «Me quería morir. No quería por nada del mundo tener aquel hijo. Me habían violado siete hombres y pensaba que estaba criando un monstruo de siete cabezas dentro de mí». La niña nació en un hospital de Lima. No quiso verla. «Que se la lleven», repetía. Una mujer se había ofrecido para adoptar al bebé. Sólo faltaba la firma de la madre. Hasta que le acercaron a la pequeña de tres días y la vio por primera vez, llorando. «Era blanquita, bonita, gordita». Georgina decidió que quería criar a su hija. Se la entregaron 15 días más tarde. Le puso su nombre y empezó a trabajar de empleada doméstica.

Dos años más tarde, los violadores fueron detenidos. Hubo un juicio, en el que los agresores negaron todo, a pesar de que la mujer reconoció sus voces. Fueron puestos en libertad. Caso cerrado. Ningún culpable y ningún condenado. «Mi caso no puede quedar archivado, tiene que haber justicia por el daño que me han hecho», se dijo Georgina. El 8 de abril de 2003 declaró en una audiencia que la Comisión de la Verdad y Reconciliación realizó en Ayacucho. La acompañaba su hija, de 22 años. Habló una hora, con lágrimas en los ojos. Fue uno de los relatos más conmovedores de todos los que escucharon los miembros de la comisión a lo largo y ancho de Perú.

Las denuncias de violaciones sexuales proceden en muchos casos de familiares de las víctimas, pero no de las afectadas, que se resisten a hablar, según constataron los equipos de la CVR. Pese a los pocos testimonios recibidos, hay muchos indicios que permiten deducir que las violaciones fueron una práctica masiva, sobre todo por parte de las Fuerzas Armadas. Los datos recogidos por la CVR indican que el 83% de los actos de violación sexual son imputables al Estado, y carca del 11% corresponde a los grupos subversivos (Sendero Luminoso y Movimiento Revolucionario Tupac Amaru, MRTA). Estos últimos fueron responsables de abortos forzados, uniones forzadas y servidumbre sexual. Durante las incursiones militares en comunidades campesinas en busca de senderistas era habitual torturar a los varones y violar a las mujeres. El Estado no tiene específicamente una política para atender las secuelas producidas por las violaciones. Las políticas sociales han dado prioridad a los desplazados, huérfanos…

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El 17 de mayo de 1980 se dio inició la denominada lucha armada en el Perú a manos del movimiento sanguinario “sendero luminoso”. Recuerdo aquella época como la más dolorosa de la historia peruana, dejando más de 69 mil muertos, más de 100 mil huérfanos y 8 mil desaparecidos, con pérdidas económicas de alrededor de 15 mil millones de dólares de acuerdo con la Comisión de la Verdad y Reconciliación.

Como toda guerra, ambos bandos torturaron y mataron a miles de campesinos dejando en la orfandad a cien mil niños, que con suerte, algunos llegaron al cuidado de sus familiares, otros tantos emigraron al desamparo de las calles de las grandes ciudades, mientras centenares de ellos, abarrotaron las casas de acogida de la época, creciendo en la incertidumbre del olvido.

¿Dónde están esos niños hoy adultos? ¿Fueron adoptados? ¿Regresaron con sus familiares?