Archivo | enero, 2018

Loquita (la historia de vida de Cinthya)

17 Ene

Hasta donde una persona puede soportar tanto rechazo, hasta donde la persona resiliente es capaz de adaptarse a situaciones tan perturbadoras. Esta es la historia real de Cinthya, una niña que creció en un albergue, en la calle, y en una comunidad cristiana. Que hoy solo busca un camino nuevo, donde reemprender su felicidad.

Fui tan golpeada que me tenía que hacer la muerta, para que no me pegaran más, y solo en mi interior me decía: ¡Dios mío llévame, ya no quiero vivir! -Cinthya ya había vivido todo aquello inimaginable, siendo tan solo una niña. Fue entregada por su madre, al padre de esta. Antes de los dos años, quien a su vez la llevo a un albergue, porque ya tenía una familia con otra mujer. Durante todos esos años jamás la visitó, solo recibiría la visita de una persona cercana a él, y con pequeños detalles, Cinthya creía sentir, algo parecido al amor de una madre. Pasado unos años, cumpliendo los 11, fue cambiada de centro, porque ya se hacía mayor, y todo aquello que conocía, de pronto se volvió hostil y difícil. Con el paso del tiempo, Cinthya decide escapar de aquella cárcel, (a la que más adelante echaría de menos), buscó refugio en aquella mujer que la visitaba en el albergue, pero no fue bien recibida, porque no era parte de la familia. Sufrió una infinidad palizas y abusos de los que ella consideraba hermanos. Es entonces cuando Cinthya vuelve a escapar, y conoce la dureza y frialdad de la calle, corriendo peligros de todo tipo por un plato de comida, golpes y más golpes con tal de tener un techo donde dormir, cada noche. Los abusos y el acoso sexual no le fueron indiferentes.

-la calle era mala, muy mala. Lo que estaba viviendo era tan devastador, que a los 14 años intentó quitarse la vida, ya que las únicas palabras que había escuchado hasta ese entonces, eran, que ella era una huérfana, que nadie la querría, que ni siquiera su madre, y menos su padre.

-Su cuerpo llevaba consigo las huellas del maltrato, su alma la rebeldía de un animal herido, y el hambre la perseguía constantemente, hasta en sus sueños más profundos.

Hijos de la calle (poema)

-“Loquita” así la llamaban.

A los 15 años encontró una persona en su camino, un ángel que se apiadó de verla deambular por las calles andrajosa y desorientada. La llevo consigo a un hogar cristiano, uno de esos que trabajan en comunidad, apoyándose uno al otro. Cinthya comprendió que le regalaban una última oportunidad, a una vida sin sentido. Así que hizo todo lo posible para encarrilar sus emociones y aprender a llevar una vida nueva. A los 18 años la envían a Chile a trabajar de misionera por la comunidad, esa misma que tanto le había ayudado. Y a sus 22 años Cinthya, localizo a su madre, por la necesidad de saberse quien era, la había echado tanto de menos, que no quería reclamarle nada, solo sentir su amor por un instante, y olvidarlo todo. Jamás recibió un beso, ni un abrazo de quien se suponía debía arrepentirse, pero ella en silencio la respeto, porque sabía que ella también había llevado una vida similar a la suya, cuando era pequeña.

-El ciclo parecía haberse repetido. Pero cada una, había tomado una actitud diferente, ante la vida.

Cinthya se enteró de que tenía una hermana, de padre y madre a la que entregaron en adopción, siendo aún, recién nacida. Es entonces que no para de buscarla por las redes, escribió a cientos de personas, llamo a otras tantas, hasta encontrarla en los EEUU, gracias a un video que “el buscapersonas” colgó, cuando ella recurre a él, para pedirle su ayuda. Es cuando Cinthya decide darle a conocer esta noticia, a su madre, con la esperanza de retomar el contacto, ya que llevaban años sin hablarse. Quizás era una manera de volver a acercarse. Pero volvió a vivir el rechazo, la ira y la rabia, Porque esta, se sintió cuestionada ante las cámaras del periodista, que lamentablemente grabo y colgó todo en las redes.

Su madre le manda a decir que no la busquen, que ella ya hizo lo que tenía que hacer, que al entregarlas, ella ya había renuncio a esas dos hijas, esas mismas hijas de aquel hombre, que tanto daño le hizo. Cinthya volvió a ser víctima de la situación, de las circunstancias, de las iras mal resueltas, de la gente que se aprovecha de las historias de otros, para ganarse el rating, se siente nuevamente traicionada, rechazada y vuelve a quedarse sola. Pero hay algo que la levanta y la anima mirar al horizonte. Sabe que en su interior, hay algo más fuerte que la sostiene. “Es el amor”

 

Autoras: EIP y CINTHYA